lunes, 2 de marzo de 2009

Jugar en Sociedad


Llegué temprano a este mundo y no quedó otra más que participar en su juego. Pasé de no saber hacer casi nada, más que llorar si tenía hambre o me sentía mal, a aprender a hacerme entender con otros jugadores y compartir secciones del juego con ellos. De a poco me di cuenta que tenía que alejar de mi partida a jugadores que no me beneficiaban. Aceptar que no iba a ser muy fácil con todos aunque al principio del juego era más fácil que ahora. Y a conservar a los que me ayudaban a seguir adelante.

Aproveché cada vez que pude y jugué a jugar a otros juegos dentro de éste, cada vez cuesta mucho más hacer esto, porque el camino es más difícil.
Me tomé el tiempo necesario para aprender todas sus reglas. Memoricé una por una, así nadie podía hacerme trampa.

Recorrí varios caminos, algunos acertados otros erróneos. Hubo caminos interesantes, lamentablemente fueron los más cortos. Caminos complicados. Caminos con varías rutas. Tomé decisiones, esto es gran parte del juego. Todo el tiempo tomo decisiones. Malditas decisiones.
Lo acepto, algunas cosas no se dan como yo no quiero (bueno casi todas). Por que a pesar de ser parte del juego, yo no puse sus reglas. Tampoco puedo cambiarlas. Tampoco me interesa. Yo haría un juego totalmente distinto.

Y jugando y jugando conocí varias de sus trampas, por suerte aprendí como salir de algunas de ellas. En otras quizás sigo atrapada y no lo sé. Son esas que llaman "Retos".
Y cuando pude tomé atajos. ¡Que buenos son los atajos!, aunque suelen ser muy peligros. Allí se encuentran jugadores muy interesantes. De ellos se aprende mucho sobre este juego. Lo que no significa que todo lo que se aprende sea para salir victorioso. Pueden engañarte tan hábilmente que nunca podrías darte cuenta de su engaño.

Cuantos jugadores llevo conocidos, no se. Se que son muchos, tantos que no puedo recordarlos a todos. Hubo muchos que me hicieron daño, claro este juego no es en equipo. Aquí
hay que destruir al los demás para ganar (por lo menos así lo dice en las reglas).

Y así poco a poco empecé a jugar sin saberlo. Y ahora que ya se como se juega, ahora que ya conozco sus reglas. Que ya se de que se trata todo esto. No quiero jugar más. No me importa quedar como perdedora, no importa que digan que abandoné.
Se que este es el juego que no quiero jugar, que no quiero ganar. Se que no me interesa formar parte de él.

Se todo sobre este Maldito Juego Social, lo único que no se es como salir de Él.